¿Por qué nos cuesta tanto ser felices?
La felicidad tiene que ver con el estado anímico y el punto de vista subjetivo de cada persona. No existe la fórmula de la felicidad, ya que cada persona la interpreta a su manera.
Las personas que relacionan la felicidad con cosas materiales a menudo se sienten insatisfechas. Por ejemplo, si ansías un Ferrari para sentirte feliz y no puedes conseguirlo, se produce una situación de desconsuelo y genera frustración. Por el contrario, si finalmente tienes el coche, ¿significa que vas a ser eternamente feliz?
Desde la antigüedad los hombres se han preguntado qué es y cómo conseguir la felicidad. Todos han llegado a la conclusión de que la felicidad depende de cada persona, ya que no para todos representa lo mismo. Sin embargo, también coinciden en que buscar la felicidad no debe ser un objetivo, un fin, sino que son las acciones que desarrollamos para lograrlo lo que realmente nos hace sentirnos felices.
Para Sócrates el secreto de la felicidad se encontraba en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos. Este pensamiento parece ir en contra de nuestra sociedad actual, donde el consumismo, ser y tener parecen anteponerse a todo.
¿Podemos plantear algunas claves para ser felices?
- Conocerse a uno mismo
- Afrontar los problemas de forma positiva
- Valorar lo que se tiene día a día
- Compartir y disfrutar de la compañía
- Ponerse metas alcanzables
- Aprender de los fracasos
- Cuidar nuestro estado físico
- Aprender a robarle tiempo al tiempo
- Tener una escala de prioridades
- Ayudar y dejarse ayudar
Valorar y disfrutar de las pequeñas cosas de nuestra vida, un café con los amigos, un paseo por el campo, una sonrisa de tus hijos, un ratito más en la cama…