La nueva interacción social de los adolescentes
Actualmente los niños crecen con toda una serie de comodidades y de avances tecnológicos que hacen que se muevan como pez en el agua a la hora de manejar portátiles y móviles. Son los jóvenes de las redes sociales, que gustan de compartir y de tener miles de amigos en las redes pero que en muchas ocasiones en la vida real se relacionan con un grupo muy reducido.
Son jóvenes acostumbrados a tener de todo sin pedirlo, a conseguir cuanto quieren sin esfuerzo, a que nadie les diga que no. ¿Es esto positivo?
Esforzarse por lo que uno quiere, fracasar y levantarse, tener que elegir entre esto y lo otro les ayuda a crecer y desarrollarse, a saber tomar decisiones y sobre todo a aprender que todo requiere de un esfuerzo. La sobreprotección inhibe su desarrollo, confianza y autoestima. Se vuelven más exigentes y disconformes.
Su facilidad para moverse en las nuevas tecnologías es positiva, pero no debe impedir formas de relación más convencionales. Acciones tan sencillas como ver una película en familia, implicarse en las tareas domésticas, agradecer los regalos, pedir y no exigir, prescindir de caprichos, compartir con hermanos y amigos, implicarse en las conversaciones familiares o no aislarse en la habitación les ayudará a mantener y estrechar lazos familiares.