Hidratación infantil
En verano nuestros niños aumentan sus actividades al aire libre. La piscina, la playa, los campamentos de verano, los juegos con los compañeros, las salidas al parque, las excursiones… Un extra de actividad que en ocasiones no va acompañado de un extra de hidratación.
A menudo los niños no son conscientes de la necesidad de beber líquidos, por ello los adultos deber estar atentos para que rehidraten su organismo y ayudarles a adquirir el hábito de beber agua de forma regular.
El consumo de agua es fundamental para su hidratación, si bien hay niños que les cuesta beber un vaso de agua de una vez. La opción es que beban menos cantidad cada menos tiempo, de esta forma irán adquiriendo el hábito y poco a poco les costará menos.
Otro gran aliado para que se mantengan hidratados, sin reemplazar al consumo de agua, es la ingesta de frutas con un alto contenido líquido como la sandía, el melón o la piña. Ofrecérselos fresquitos a la hora de la merienda les aliviará la sed y les aportará un suplemento importante de vitaminas.
Debemos estar atentos al estado de salud y anímico de nuestros hijos. Si se quejan de dolores de cabeza, tienen diarrea, están cansados o apenas orinan, pueden ser indicativos de una falta de hidratación.
Y como norma general, evitar la exposición al sol y el ejercicio físico en horas centrales del día, proteger su cabeza del sol, si están en la piscina o la playa, refrescar el cuerpo con baños regulares y utilizar crema de protección solar alta cada 2 horas y después de cada baño.