Alimentación y semillas. Semillas de chía
Aunque introducir las semillas en nuestra alimentación diaria pueda parecer algo novedoso, lo cierto es que este tipo de productos se han consumidor por diferentes civilizaciones durante siglos.
Actualmente se habla de las semillas debido a los beneficios que aportan para nuestra salud ya que cuenta con altas concentraciones de vitaminas, proteínas, minerales, enzimas y aceites esenciales. Su consumo no debe convertirse en una moda pasajera, sino que tenemos que aprender a introducirlas en nuestra dieta diaria.
Las semillas las podemos clasificar en diferentes categorías:
- Leguminosas, semillas secas extraídas de la vaina: garbanzos, habas, lentejas, judías…
- Frutos secos, la semilla está en el interior de una cáscara: nueces, avellanas, castañas, bellotas…
- Semillas oleaginosas, de las que se puede extraer el aceite: sésamo, girasol, calabaza…
SEMILLAS DE CHÍA
Hoy vamos a detenernos a conocer un poco más sobre las semillas de chía y sus propiedades. Este tipo de semillas han sido básicas en la alimentación de países de Centroamérica, formando ya parte de la dieta maya y azteca.
Están reconocidas como la mayor fuente vegetal de omega 3. Además son ricas en vitaminas y minerales: vitaminas del complejo B, calcio, manganeso, fósforo, zinc y potasio. Previenen problemas cardiovasculares y diabetes, reducen el dolor de las articulaciones, mejoran el tránsito intestinal y se utilizan en dietas de control de peso. No tienen gluten por lo que son aptas para celíacos.
Las fibras que contiene la chía permiten controlar el apetito. Una vez consumidas, las semillas aumentan por diez su tamaño en el estómago, produciendo un efecto de saciedad durante varias horas. A pesar de ello, las semillas de chía deben consumirse con moderación debido a su alto contenido calórico ya que 100 gramos equivalen a 500 Kcal.
Su sabor neutro y crujiente las hace idóneas para incorporar en infinidad de elaboraciones tanto dulces como saladas. Se pueden consumir durante el desayuno con la leche, el yogur o el zumo. Antes de consumirlas es interesante hidratarlas con agua. Introduce una cucharada de semillas en una taza de agua, cuélalas y añádelas en cualquier comida o bebida.